Jon Lucas y Scott Moore, guionistas de la película “The Hangover”, debutan en la dirección con “21 & Over”. Ellos adaptan el guión del hombre niño para transformarlo en una historia universitaria donde los adultos estúpidos son reemplazados por el trío de amigos más triste imaginable. Los personajes de la película escupen obscenidades, chistes racistas, una ideología antifeminista y los non sequitur de la cultura pop todo con el fin de hacernos pasar un rato agradable. Esta fórmula puede funcionar – “Superbad” es prueba de ello. Tristemente, en el caso de “21 & Over”, el guión escarba en el fondo del barril y nos lanza a la cara toda la inmundicia que encuentra. Y la verdad es que nada que sale de ese pozo séptico es cómico; lo cierto es que probablemente contribuirá a formar una nueva generación de personas reprochables siempre y cuando los jóvenes cinéfilos que vean este largometraje se dejen impresionar.
Miller (Miles Teller), un estudiante cuyas mas grandes aspiraciones son tomar cerveza y seducir a las chicas, llega a la ciudad para encontrarse con sus dos mejores amigos de la secundaria, Casey (Skylar Astin) y Jeff Chang (Justin Chon), para festejar su vigesimoprimer cumpleaños. Jeff no quiere salir porque tiene una entrevista importante la mañana siguiente la mañana siguiente, pero Miller insiste: su cumpleaños debe celebrarse. Y la aventura arranca: las contadas cervezas que habían quedado en tomar juntos se transforman en razia mientras los jóvenes brincan de un bar universitario a otro de la ciudad. Cuando Jeff vomita en cámara lenta sin soltarse del toro mecánico que monta, los amigos deciden que es hora de retornar a casa. El único problema: ya no saben cómo llegar a casa.
Las acciones de los personajes de la película no conllevan consecuencia alguna. Ningún despertar brutal ni toma de conciencia. Nuestros héroes amenazan a las personas con armas de fuego, destruyen la propiedad en el campus universitario mientras intentan escapar de la policía y terminan plantándole un puñetazo en la cara a papa de Jeff Chang, pero están en todo su derecho. Si tan solo las acciones de estos jóvenes nos provocaran risas pues al menos resultaría divertido. Pero no es así; “21 & Over” no es más que una fastidiosa lección cuyo único objetivo es inculcar la idea que la ingestión excesiva de cerveza y las conquistas de una sola noche deben ser prioridades en la vida.