En la continuación de su película “Star Trek” (2009), J.J. Abrams logra hacer lo casi imposible al eclipsar la velocidad relámpago de la película original con la acción exhaustiva potenciada por personajes bien definidos. “Star Trek Into Darkness”, de los guionistas geek Roberto Orci, Alex Kurtzman y Damon Lindelof, se enfoca en el heroísmo destructivo de James T. Kirk(Chris Pine), la amistad del Capitán con un Spock(Zachary Quinto)demasiado lógico y un adversario a la altura de la tripulación: el terrorista supra-humano John Harrison (Benedict Cumberbatch). El tratamiento aplicado en el nuevo largometraje pone de lado buena parte de esta tripulación que había sido tan elegantemente entretejida en la aventura de la primera película.
Desde el momento que suenan las primeras notas de la resonante banda sonora de Michael Giacchino, los cinéfilos están envueltos dentro de la acción. Una escena de persecución en un planeta frondoso se traslada a una erupción volcánica y luego se enfoca en las imágenes de Kirk y Spock de regreso en la Tierra debiendo defenderse ante el castigo de la Federación (una escena que explota el dialogo mordaz y las grandes emociones para mantener el dinamismo). Kirk es cuestionado por no seguir la Primera Directiva que instruye que Starfleet no debe interferir en el desarrollo de otras civilizaciones extraterrestres. Kirk no es una persona que ceda ante los demás — y esto lo hará perder a Spock, su brazo derecho, al Enterprise y su carrera. El Almirante Marcus (Peter Weller) decide reincorporarlo porque el estilo de rebelde de Kirk le es de gran valor para poder agarrar a Harrison. Antiguamente oficial del Starfleet, el personaje de Harrison encarnado por Benedict Cumberbatch es mucho más complejo de lo que pareciera al primer vistazo, pero los ataques violentos contra la Federación es precisamente lo que hacía falta para poner a Kirk en acción. El Capitán enfurecido recluta su antiguo equipo para perseguir a Harrison enérgicamente.
Pese a que “Into Darkness” no cuenta con la camaradería que le dio tanta vitalidad a “Star Trek” — y que hasta el talento histriónico de Benedict Cumberbatch se ve impactado por el drama superficial, la dirección de J.J. Abrams no pierde jamás su vibrante ritmo. Logra evocar tensión en las grandes escenas de imágenes computarizadas (una persecución de una nave espacial por las cañadas de un planeta extraterrestre es fundamentalmente la demostración del concepto para Star Wars 7) y encuentra todos los ángulos indicados para una escena filmada de muy cerca en el espacio pasando entre muchos escombros. Pese a que la película reconoce que se trata de ciertas astucias que ya hemos visto, siendo esencialmente la primera escena de la primera película, se hace destacar por el esmero que recibe gracias a la experticia de J.J. Abrams.
La pelicula original "Star Trek" también sufrió de vacíos en la intriga pero fueron ignorados fácilmente gracias al nivel de diversión ofrecido por el grupo heteróclito de jóvenes actores trabajando en equipo. La diferencia está en que Into Darkness no tiene a este equipo y la diversión tampoco está presente. J.J. Abrams toma un giro siniestro con esta continuación y promete ofrecer una contienda reñida entre Kirk y Cumberbatch. Con tanto ímpeto y velocidad al inicio para alcanzar aquel momento del gran enfrentamiento “Star Trek Into Darkness” al final de la historia queda algo desinflada y con poca energía.