Para la gran decepción de los adultos que vieron “Star Wars” en 1977, como también para quienes crecieron con esta película en los años siguientes, George Lucas concibió su trilogía de precuelas con un público bien diferente en mente. Al igual que se hizo para las primeras películas, las precuelas fueron concebidas para agradar a los jóvenes de la época. Como todos sabemos, la escapada exuberante de tonos vivos no tuvo una recepción muy calurosa entre quienes guardan un lugar especial en su corazón para Luke, Leia y Han.
En “. “El hobbit: un viaje inesperado” (“The Hobbit: An Unexpected Journey”) su primera de tres películas “Hobbit”, Peter Jackson atreve aventurarse en la misma maniobra para intentar capturar la esencia de su trilogía “Lord of the Rings” a la vez que se entrega a la tarea de adaptarla para un público más joven. Y lo hace con buena convicción: tal como lo dijo W. H. Auden en su crítica de la película “Fellowship of the Ring”, publicada en el New York Times en 1954, “The Hobbit” es una de las mejores historias para niños de este siglo. Peter Jackson lo comprendió muy bien y demuestra brillantemente que los niños sueñan al igual que los adultos en la película “Un viaje inesperado”, algo que George Lucas no alcanzó a hacer en “The Phantom Menace” en 1999. Ellos tienen sensibilidades diferentes, su concepción de los grandes desafíos de la vida evolucionan pero los niños pueden ser captivados por los mismos iconos que sus padres — ellos solo necesitan que la historia sea pintada con rasgos más grandes.
Por ello Peter Jackson empapa alegremente su pincel en la pintura y se deja transportar. “El hobbit: un viaje inesperado” adopta un tono más liviano que sus predecesores — rutinas cómicas y una paleta de colores más vivos para darle mayor atractivo para el gusto de los jóvenes —, pero la película no pierde ese aspecto de aventura y peligro tan necesario para la fantasía de J.R.R. Tolkien. La película sigue a Bilbo Baggins (Martin Freeman), un hobbit y que también son conocidos como los medianos, que ha sido reclutado por el viejo mago Gandalf (Ian McKellan) para acompañar 13 enanos en su búsqueda por recuperar su patria que actualmente es gobernada por el malicioso dragón Smaug. Luego de sobrevivir a la improvisada cena fastuosa de los enanos – que muestra la neurosis de Bilbo y la habilidad de Martin Freeman para la comedia física y lingüística—, Gandalf y la tropa de guerreros de pequeña talla emprenden su aventura.
La primera mitad de “El hobbit: un viaje inesperado” desborda explicaciones sobre el origen, la presentación de viejos amigos (Elijah Wood hace su aparición ineludible temprano en la película) y de descripciones tontas de los nuevos personajes. Peter Jackson adora tener enanos en su arsenal, un conjunto que puede cantar, taponarse de comida y divertirse en este mundo fantasioso. El director no se había divertido tanto desde que había hecho la película “The Frighteners”, y es una elección que pudiera desagradar a los incondicionales de la oscura trilogía original. Hasta la piedra angular de la franquicia, el compositor Howard Shore, opta por usar un estilo más juguetón con voces mugidoras y melodías más optimistas. Para los niños y los menos apegados a a los recuerdos se trata de un momento de gran diversión.
Si “Un viaje inesperado” se hubiese apoyado exclusivamente en los momentos cómicos para entretener a los jóvenes sin conocimientos de la franquicia y sus padres, la película hubiese sido un desastre. Pero gracias a Bilbo, los niños se conectarán más fácilmente con la historia y los adultos tendrán gratos recuerdos de su juventud. El conflicto central se concentra alrededor de Hobbit y del obstinado líder de los enanos, Thorin Oakenshield (Richard Armitage). La dinámica guarda parecido con la que pudiera establecerse entre un joven cool y su hermano menor – Thorin se ha hecho re responsable por Bilbo, el único que conoce como entrar en la Montaña Solitaria para tomar nuevamente posesión del tesoro que Smaug les robó.
La película está arraigada en un amor por la narración y se dirige directamente a toda persona que se haya hecho acompañar al borde de su cama para que leyeran historias durante su infancia. “Un viaje inesperado no evoca los grandes peligros y situaciones que ponen a los personajes entre la vida y la muerte que pudiéramos esperar encontrar durante una aventura en la Tierra Media, con lo cual la duración épica de la película (cerca de tres horas) se torna algo sinuosa. Afortunadamente la experticia de Peter Jackson en la dirección y la producción sostiene nuestra atención.