Aunque se jacta de la presencia de dos grandes estrellas, quienes en otro tiempo tenían suficiente fuerza de atracción como para llenar las salas de cine sin que importara el largometraje que fuese, se tratase, “2 Guns” no tiene una gran fuerza de atracción. Esta mecánica bastante desgastada de policías unidos por lazos de amistad se ve transformada de manera interesante con ambas partes encarnando agentes infiltrados en organizaciones independientes (Denzel Washington encarna al agente de la agencia americana antidrogas DEA, mientras que Mark Wahlberg es el agente de inteligencia naval) pero ni uno ni el otro conoce la afiliación de su colega. A lo largo de la película los dos actores promueven una actuación que despiertas risas, y es Wahlberg en la piel del hombre que entreteje tanto características agresivas como tímidas. Pese a ello la película no logra encantar lo suficiente.
La culpa se encuentra quizás en el hecho que “2 Guns” parece y demuestra ser una película que va aplazando buena parte de la intriga criminal. De igual manera, “2 Guns” ofrece muy poca innovación. Claro, resulta ser una ironía dramática de que sean Washington y Wahlberg los representantes de la ley, y que cada uno piense que el otro es un criminal verdadero, es un giro con cierto sabor muy especial. Sin embargo, una cuantiosa presencia de líneas estereotípicas de filmes policiales— el villano del cartel de la droga, Edward James Olmos y el sociópata de la agencia CIA, Bill Paxton — hace que la película se venga a menos cuando se toma demasiado en serio a sí misma.
Pero cuando la película toma una inclinación hacia la diversión él se divierte completamente. Los momentos más destacados del filme no son los que colocan a Washington y Wahlberg frente a sus numerosos enemigos— sean criminales, policías colegas, antiguos aliados o tantos otros pues nadie tiene a estos dos en alta estima – sino cuando esta pareja dispareja pelea verbalmente el uno con el otro.
El personaje encarnado por Denzel Washington, Bobby Trench es un zalamero serio, acerbo y solitario mientras que Mark Wahlberg encarna al parlanchín Michael Stigman que se desenvuelve siempre con una inmensa energía para atraer atención y hacer amistades mientras se esfuerza por ganarse la confianza de algún objetivo/socio. Aunque .la química que transmiten en pantalla no trae nada nuevo al género cinematográfico de policías amigos, “2 Guns” consigue que el público se identifique y acariñe con el dúo y pase hora y media divirtiéndose y riéndose en justa medida.
Si ya está en el cine luego de haberse equivocado de dirección o que esté en compañía de un fanático de Denzel, tenga por seguro que hay suficientes escenas cómicas que le permitirán sobrevivir a la situación. Pero si aún usted no se encuentra en ninguna de estas dos situaciones quizás no valga la pena dejar la comodidad de su casa.