Cuando una película que tiene que ver con circunstancias particulares se desvía hacia las estadísticas de beisbol habrá que atenerse a dos riesgos: alienar a los profanos en estos asuntos (¿De qué diablos hablan con este vocabulario de deportes?) o de alienar a las personas estrechamente vinculadas al universo mostrado en la pantalla (“¡Pero estos están completamente equivocados!”). Pero de vez en cuando surge la ocasión para una película como “Draft Day”, ponchada dos veces al equivocarse en ambas partes. Y pese a ello se atreve a crear la apariencia de experticia con tal fuerza que confunde a quienes no están familiarizados con el mundo del futbol y frustra a los que tienen conocimientos profundos de este medio.
Pero a decir verdad este no es el gran crimen que comete “Draft Day”. Incluso al prometer descubrir los secretos relacionados con la NFL, lo único que realmente nos debe la película es darnos una buena historia. Pero “Draft Day” se apoya más bien en la supuesta autenticidad — las personas del medio futbolístico se hablan, actúan, comen, manejan sus asuntos, hacen caras y lanzan sus computadoras portátiles el día conocido como “Draft Day” – en lugar de presentar un material que sea de mayor interés para el público. En esta película el personaje encarnado por Kevin Costner, Sonny Weaver Jr., director general de los Browns de Cleveland, se enfrenta a cuanto conflicto tenga que enfrentar una estrella (problemas en el trabajo, problemas con su novia, problemas con su familia), con la esperanza de que algo se materialice en el campo de la legitimidad emocional… o de manera más plausible, con la esperanza de que el material pueda parecer un guion con el fin de crear las condiciones necesarias para la palabrería sobre las estadísticas.
El elenco secundario de la película tiene incluso menos que hacer — Jennifer Garner encarna a su compañera romántica toda sonrisa que es también una gran amante del futbol, y se espera que este detalle le permitirá al público de identificarse aún más con este personaje. (¿Qué? ¡Pero si se trata de una chica!). Ellen Burstyn encarna a la madre desaprobadora y propensa a lanzar miradas penetrantes. Y cuanto a Denis Leary, se trata de un entrenador que grita mucho a los jugadores.
Pero sí hay un linaje muy exitoso de personajes relacionados a los posibles candidatos que pudieran ser reenganchados. Josh Pence encarna al jugador favorito para el reenganche, Bo Callahan, del cual Sonny no está del todo convencido. Chadwick Boseman es el defensor subestimado que se supone debemos amar porque acompaña a sus sobrinos a sus clases de gimnasia. En el mundo pos-“Moneyball”, Sonny accede a la humanidad a través de los jóvenes que quiere reclutar a su equipo. Incluso está dispuesto a cerrar los ojos al pasado turbulento de Arian Foster porque tiene confianza en el padre del joven (Al parecer, Terry Crews tiene un contrato que lo obliga a aparecer en todos los largometrajes relacionados con el futbol). Aunque este material sea poco consistente, sepa que contiene los aspectos más interesantes del largometraje. Pero lo lamentable es que se transmite a través de Sonny, un personaje al cual tenemos poca oportunidad de conocer.
La gran tragedia de todo esto es que la mayoría del elenco, incluido Kevin Costner – ofrece interpretaciones en buena parte agradables — y habría que alabar la labor de Griffin Newman, 25 años, mientras atraviesa el peor de los primeros días de trabajo imaginables de su vida. La pequeña comedia ofrecida por Newman y algunos más (Wade Williams y Timothy Simons del programa “Veep”) es ofrecida como un momento especial ocasional pero carece de substancia al irse por el camino de la palabrería aburrida e insípida sobre futbol.
Los cotorreos que desvían a quien sea que sencillamente quiere ver una película de deportes que sea divertida, y el cotorreo que desagradara a los fan muy instruidos en el deporte del futbol que buscan cierto nivel de certitud relacionada con la industria del futbol. Al no contar con personajes verdaderos en el mundo denso, alborotado y ostensiblemente colorido de la NFL, este largometraje parece tan vacío como el estadio Sun Life el primer fin de semana de la temporada de futbol. ¿No es así?