«The Amazing Spider-Man» preferiría no ser considerada como la cuarta película de la franquicia Spider-Man por ser que no tiene nada que ver con lo que usted conoció hace unos diez años. De hecho se trata de un reinicio de la historia. Esta nueva aventura del hombre araña descarta toda la mitología desarrollada a lo largo de los tres largometrajes precedentes y reemplaza los actores originales con un elenco de nuevas caras, lo cual permite recomenzar la franquicia desde el punto de inicio con una nueva historia sobre los orígenes. Se trata de una “nueva” historia en el sentido más amplio posible: los puntos más destacados de la película, principalmente un nuevo diseño exitoso y una reinterpretación de excelente nivel de Peter Parker (Andrew Garfield) y su amiga Gwen Stacey (Emma Stone), no logran impactar como desearía debido a la impresión desmesurada de déjà-vu. “The Amazing Spider-Man” es una réplica de la versión original del año 2002, pero con algunos giros de misterio enervantes, y tampoco contribuye hacia una evolución de su héroe o sus batallas. La película está bien consciente de su gran poder cinematográfico pero no toma interés alguno hacer que sea de mayor interés.
La primera vez que vemos a Peter Parker es aún niño y esta junto a sus padres que han salido de la casa apuradamente para escapar de un peligro invisible. El señor y la señora Parker confían el cuidado de su hijo a la Tía May (Sally Fields) y al Tío Ben (Martin Sheen) que lo crían. Peter resulta ser muy hábil en las ciencias pero encuentra dificultades en la vida cuotidiana – a tener éxito en sus clases, a conversar con las chicas y a lidiar con las agresiones de los atletas de poca inteligencia. Todos estos problemas existenciales son puestos de lado cuando el adolescente descubre una nueva pista sobre el misterio de la desaparición de sus padres. El descubrimiento del viejo maletín y notas manuscritas de su padre lo conducirán donde el doctor Curt Connors (Rhys Ifans), un científico empleado por el conglomerado Oscorp y que era también un viejo asociado de su padre. Cuando sus caminos se cruzan Connors simpatiza de inmediato con el joven prodigio y le propone retomar el trabajo comenzado por su padre: investigaciones para reproducir la capacidad regeneradora de los lagartos en humanos con amputaciones de algún miembro (el doctor Connors tiene un brazo amputado). Pero al entrar Peter Parker en una sala de Oscorp llena de arañas (este es un mecanismo necesario para poder explicar la transformación de Peter, pero que no es muy exitosa), recibe la mordida legendaria que lo convertirá en el héroe tal como es conocido en la actualidad.
El director Marc Webb (“500 Days of Summer”) quiere desesperadamente darle a la película “Amazing Spider-Man” el aspecto de una historia sobre una relación que nace en el ambiente de la escuela secundaria pero debido a su compleja historia y tantos elementos mitológicos que requieren ser presentados el largometraje se viene abajo bajo el peso excesivo de tanta información. Emma Stone transforma el objeto del deseo de Peter Parker, Gwen Stacey, en un personaje tridimensional. Cada vez que se encuentran, cada vez que se dan una mirada en el pasillo, durante cualquiera de sus pequeñas conversaciones en el laboratorio de Oscorp (donde Stacey es jefe de prácticas), incluso cuando han iniciado una relación amorosa la química entre las dos estrellas ilumina la pantalla.
Al descubrir sus características de araña, Peter se lanza a las calles por primera vez. Cuenta con poderes sobrehumanos pero esto no impide que siga siendo un adolescente testarudo. La acción es hábil y alegre, mientras que Marc Webb nos muestra algo nuevo al entrelazar sus sensibilidades de director independiente con la acción a gran escala. Lástima que no dura.
“The Amazing Spider-Man” enaltece sus bases banales con talentos de alta gama— Denis Leary en la piel del divertido papá de Gwen y capitán de la policía que persigue a Spider-Man, Sally Fields y Martin Sheen como dos adultos enamorados que también forman parte de la vida de Peter, Andrew Garfield y Emma Stone, cuya química es tan encantadora que amerita que se haga una continuación por el simple placer de volver a verlos juntos en la pantalla grande. Pero todo se hace con el propósito de someter la diversión más costosa de todos los tiempos a las nuevas exigencias impuestas por el éxito de los otros activos de Marvel. “The Amazing Spider-Man” introduce demasiadas ideas pero no conducen a nada lo cual desvaloriza la amenaza verdadera que acecha. Nadie quiere salir insatisfecho de la sala de cine pero allí precisamente está la diferencia entre la película original y la nueva versión. Habrá que esperar ver el siguiente capítulo para entender qué fue lo que pasó en este.