No se puede negar que ciertos géneros cinematográficos son tratados con un prejuicio extremo; uno de ellos es el thriller. La simple terminología sugiere que se trata de algo que lo colocará al borde de su asiento robándolo del aliento pero esto no significa su corazón se ablandará o que surgirán nuevas preguntas. Pero un buen thriller – uno que funciona verdaderamente – es imposible de tener si no cuenta con el peso intelectual o emocional que le asignaríamos a nuestros dramas favoritos. Para lograr crear un buen thriller no es suficiente filmar artísticamente des persecuciones a pie sobre los techos de Boston o de hacer sonar una música atormentadora que suene en conjunto con los disparos. Un buen thriller toma forma cuando se tiene un buen personaje – alguien que se nos hace conocido, que comprendemos y por el cual hasta nos preocupamos y que queremos que salga sano y salvo de todas sus dificultades – como Tom Hanks en “Captain Phillips”.
En la piel del capitán – que de paso es nombre de la película – profesional responsable de hacer llegar los alimentos y otros productos básicos a los africanos civiles pasando penurias y padre de familia de Nueva Inglaterra, Tom Hanks reclama toda nuestra atención y cariño con cada uno de sus gestos humildes y humanos. En tanto que profesional es una persona juiciosa, dedicada a su trabajo porque cree en lo que hace y que es un jefe amigable hacia su colegas marinos. En tanto que hombre lamenta los momentos que pasa lejos de su esposa (Catherine Keener) e hijos en Vermont. En tanto que héroe —ya que se verá obligado a asumir este papel cuando los jóvenes somalíes desesperados y empobrecidos embarcan en el buque armados hasta los dientes para conseguir algo que les pueda dar la más grande suma de dinero posible – y resulta que ese algo es el Capitán Phillips.
Tom Hanks no es furtivo en el papel de Richard Phillips pero se muestra mas bien intelectual. Su estrategia para tratar con los cuatro piratas bien equipado con un armamento carece de los elementos de un heroe de accion estereotipeado que busca ser más listo que sus enemigos sino que adopta más bien los rasgos de un hombre de una gran serenidad que hace lo mejor que puede para fomentar la calma en una situacion terrible. No se trata de crear un Richard Phillips deslumbrante; se busca crear un personaje que despierte empatía. El público apoya todo lo que haga Phillips. Todas sus decisiones son buenas y por ello cuando el capitan se convierte en rehén de los piratas la tensión alcanza niveles atormentadores.
Tom Hanks carga en sus hombros el mayor peso de la pelicula pero sí comparte la pantalla con los actores novatos impresionantes que interpretan a los piratas somalíes. El actor Barkhad Abdi encabeza al equipo en su papel de Muse, un hombre que se ve a si mismo como un Robin Hood de los tiempos modernos y que solamente hace esto para que se haga justicia – algo que tanto su familia y sus amigos se merecen. Abdi sigue siendo un villano durante todo el largometraje pero hay que reconocer que también él es una víctima — muestra respeto hacia Phillips y sus hombres, se deja conmover por las palabras estratégicas pero sinceras del capitán y hay momentos donde pareciera arrepentirse de sus propias decisiones.
Pero los elementos pierden consistencia en la base militar desde la cual se coordina el rescate de Phillips. Los personajes y los escenarios parecen tomados de una pelicula de acción de presupuesto millonario con un ambiente y diálogo que trae a la mente a Michael Bay. Por suerte que la mayor parte del tiempo lo pasamos con Tom Hanks, en las manos de un Abdi en conflicto y un Ahmed furioso — y mientras estemos en presencia de ellos seguiremos totalmente interesados.
Y con esto se vuelve a afirmar lo que se viene diciendo: el personaje – una razón para creer que los acontecimientos en desarrollo son de una gran importancia. A lo largo de su carrera Tom Hanks ha demostrado en cada uno de sus personajes tener el dominio de su arte profesional y lo vuelve a afirmar con su maravilloso trabajo en Captain Phillips. Gracias a él no estamos frente a un thriller cualquiera. Se trata de una película donde los riesgos y las consecuencias le harán temblar.